Huevos duros con bechamel y mejillones

Prepare los huevos duros y, a continuación, raspe bien las barbas de los mejillones con un cuchillo. Una vez bien lavados, póngalos en una sartén grande con el vino, la cebolla picada y la hoja de laurel. Pelos y póngalos al fuego.

Durante la cocción, hágalos saltar agarrando para ello la sartén por el mango Cuando estén bien abiertos, retirelos del fuego, quite los bichos de su concha con precaución y resérvelos en un plato cubierto con un paño húmedo para que no se sequen. Cuele el jugo que hayan soltado por un colador muy fino (o poniendo en un colador un pañuelo o trapo fino, bien limpio).

Prepare la bechamel: derrita el aceite y la mantequilla y, cuando estén, añada la harina y luego la leche fría, poco a poco, así como la sal. Deje cocer 10 minutos revolviendo con unas varillas, añada el caldo de los mejillones y deje cocer otros 4 minutos.

En una fuente de horno, ponga los huevos duros descascarillados y partidos en dos, con la yema hacia arriba, para que no se vuelvan, corte un poco la parte blanca de modo que el huevo se asiente en la fuente. Coloque entre medias algunos mejillones y cubra con la bechamel. Coloque el resto de los mejillones sobre la bechamel, pero que se hunde un poco.

Espolvoree con el queso rallado y lleve al horno unos 10 minutos, para que se gratine, hasta que la bechamel esté dorada. Sirvalos en seguida.