Souflé de pollo

El pollo se pela, se deshuesa y se corta en trocitos -también puede emplearse gallina-. Con la mitad de la mantequilla, la harina y el caldo se prepara una salsa espesa. Para ello, se derrite en una cazuela o sartén la mantequilla, se añade la harina y se remueve con ayuda de una cuchara de madera para que no forme grumos. Cuando la harina haya rehogado, se incorpora lentamente el caldo, se sazona de sal y nuez moscada, y se revuelve sin interrupción hasta que la salsa es pese.

En una sartén con un chorro de aceite se frie la cebolla picada hasta que dore. Se agrega la carne de pollo y se riega con el brandy, manteniéndolo a fuego vivo. En este punto, se retira y se deja enfriar un poco. A continuación, se tritura la carne en una batidora o picadora y se coloca en un recipiente.

La salsa que se tenía preparada se mezcla con el pollo picado, agregando también el queso, las yemas de huevo -una a una- y, después, las claras batidas a punto de nieve. Se vierte todo en un molde engrasado con el resto de la mantequilla y se introduce en el horno a 220 grados por espacio de 35 minutos. Una vez cocido el souflé, se sirve caliente.