Suflé de queso y lechuga

Ponga en un cazo 75 g de mantequilla y, cuando esté derretida, añada la harina y la fécula y déle un par de vueltas con las varillas. Agregue el medio litro de leche fria, dejando que rompa a hervir y removiendo sin cesar.

Deje que cueza 5 minutos. Sepárelo del fuego y añada entonces el queso rallado y las hojas de lechuga picadas (sin el tronco ni las partes blancas), remueva para que quedebien incorporado.

Una vez templada la bechamel, añada una por una las cinco yemas, pruebe y añada sal, si fuese necesario.

Bata las claras en varias tandas para que queden bien montadas a punto de nieve firme, incorpore bien la primera y la segunda tanda, muy poco a poco, y moviendo lo menos posible para que el suflé suba mucho.

Untar un molde de suflé de porcelana o cristal con el resto de la mantequilla. Caliente el horno 10 minutos antes y vierta la masa en la fuente.

Introduzcalo en el horno encendido sólo por abajo a temperatura media y, pasados unos 20 minutos, a fuego más fuerte.

Déjelo de 30 a 45 minutos (depende del horno) hasta que esté bien subido y dorado por la superficie, y sírvalo inmediatamente, pues los suflés no pueden esperar.