Brusqueta de jamón

Con la masa de pan preparada -según su receta- y suficientemente fermentada se forman cuatro bollos medianos, que se introducen en el horno durante unos 30 minutos, sin demasiado, y después se dejan enfriar. En un mortero se macha que doren can el ajo y el perejil, se les agrega abundante aceite de oliva virgen para macerar, y se reserva esta mezcla.

Cuando los bollos hayan enfriado, se abren al medio y se empapan ambas partes, primero con el preparado de ajo, perejil y aceite, y luego con el tomate. A continuación, se coloca sobre cada una de las tapas de pan una loncha delgada de jamón serrano, y se meten de nuevo en el horno -bien caliente- hasta que el pan dore por completo. Se sirven muy calientes.

También pueden comerse cerrando las tapas, a modo de bocadillo, o bien sin jamón, en cuyo caso son una variedad del pan con tomate catalán. Otra posibilidad es hacerlas con pan de panadería, aunque resultan más sabrosas si el pan es casero.