Pollo asado delicioso

Precalienta el horno a 200 grados centígrados.
Primero debes limpiar bien el pollo. Aunque seguramente tu carnicero de confianza te lo haya vendido limpio y listo para comer, siempre hay entrañas, plumas y grasa extra que quitarle, hazte cargo de eso.
Una vez limpio sécalo, no debe tener agua al momento de meterlo al horno.
Condimenta el pollo con el tomillo, orégano, sal y pimienta a tu antojo. Agrégale también un chorrito de aceite de oliva y frótalo bien para que quede todo untado tanto por las especias como por el aceite. No olvides hacer esto también con el interior del pollo.
Pon el pollo en una bandeja donde quepa cómodamente y cubre con papel aluminio.
Mete el pollo en el horno y cocina por 45 minutos.
Transcurrido este tiempo retira el papel aluminio y voltea el pollo , Deja que se cocine otra media hora.
Llegado este punto, y dependiendo de tu horno, el pollo podría estar asado. Puedes chequear esto introduciéndole un palito en la carne para ver si sale sangre de su interior. Si tienes dudas deja cocinar unos minutos más, siempre destapado.
Una vez listo, apaga el horno y déjalo reposar 10 minutos.
Si quieres que esté más dorado, puedes poner el horno con calor sólo por arriba y cocinar 3 o 4 minutos más por cada lado, pero cuidando que no se vaya a quemar.