Tempura de verduras

Empezamos cortando las verduras en bastoncitos. Si os gustan más a trozos pequeños también se puede hacer, pero en bastoncitos os quedarán igual que la que sirven en el restaurante japonés.
Yo he elegido estas verduras, pero se puede hacer con otras, lo que es importante para los japoneses es que la tempura tenga variedad cromática, así que mezclar colores, os quedará mucho más vistosa.

Entonces mezclamos la harina de tempura con agua bien fría en la proporción que nos indique la marca que hayamos elegido. Yo utilizo la de Mercadona y esta da como proporción 110 g de harina para 150cc de agua.

Si queréis, podéis empezar haciendo la mezcla de una proporción (110 g-150cc) y si os falta masa volver a hacer más. De esta manera os aseguráis de no desperdiciar la harina.
En una sartén ponemos aceite abundante y lo calentamos bien caliente, pero siempre vigilando que no se nos queme. Lo sabréis enseguida por el olor que desprende.
Una vez el aceite esté caliente mojamos las verduras en la tempura y las ponemos a freír. Se hacen rápido, con un par de minutos basta, giradlas para que se hagan por todos lados.

Una buena opción para que queden bien fritas es cocerlas en la freidora. No sé si lo sabíais, pero aunque os parezca curioso, es mucho más sano freír en una freidora que en poco aceite en la sartén, ya que los alimentos en la freidora al estar “rodeados” de aceite quedan sellados en seguida y no empapan por dentro del aceite, mientras que en la sartén, al no quedar tan bien recubiertos chupan el aceite y se deben dejar más tiempo en papel absorbente.

Una vez dora dita, pero no demasiado para que no quede reseca, sacamos la verdura de la sartén y la dejamos un rato en el papel absorbente para que pierda el aceite.